Manual de atardeceres (Reseña)

Manual de atardeceres (Reseña)

Antonio Ballesteros González: Manual de atardeceres, Camelot, Oviedo, 2018.

Digno complemento y en cierto modo contrapartida de su exquisito Manual de amaneceres es este poemario de Antonio Ballesteros que juega con unos originales registros poéticos manteniendo la misma belleza y profundidad que el libro anterior.

Al pretender resumir lo que el autor nos ofrece nos viene a la mente un título literario, dos meras palabras con infinitud de connotaciones y sugerencias: sentido y sensibilidad.

Ballesteros es un orfebre que trabaja con temas perennes, con esos dos grandes universales de la poesía que conforman la vida: por un lado, las emociones y sentimientos del hombre, en una reflexión intimista; por otro, una personalísima percepción de la Naturaleza en la que nos parece hallar vestigios de panteísmo y ecos de los poetas lakistas. Como se nos indica, son poemas «creados con sangre de caléndulas».

En esta línea nos parece particularmente sugerente la analogía del poema «Árbol y libro», que cierra el poemario, donde el culturalismo se funde con la naturaleza viva al asegurarnos que los hombres no somos sino «un texto expuesto al sol».

Uno de los grandes aciertos del libro es la precisa adecuación del metro elegido al tema. El soneto «Micenas», que comienza diciendo «La bella Helena, a Paris encendida…», podría muy bien ser una composición mitológica compuesta por Góngora. El poema «Elizabethan Night’s Entertainment» [El entretenimiento de las noches isabelinas] posee un inequívoco acento shakespeariano. La gran variedad de formas poéticas del poemario, empleadas con acierto, constituye una prueba del dominio versificador del autor y de su voluntad preciosista. Son poemas que hay que recitar en voz alta, para poder apreciar como se merece su musicalidad, como en el endecasílabo «El amor que te guardo y que te tengo».

El bilingüismo aporta valores añadidos al texto. Hallamos composiciones en inglés, en las que el autor se muestra igualmente eficaz a la hora de transmitir, y poemas en los dos idiomas elaborados con tal dominio lingüístico que nos resulta imposible discernir cuál es el original y cuál la traducción posterior.

El libro es un pequeño vademecum de retórica, con ejemplos directos y potentes. Parece que el autor se ha complacido en plantearse retos por el mero placer de superarlos. «Scrapbook – Album de recortes» es un ejercicio de síntesis destinado a condensar un alto número de significados en las menos palabras posibles. «Sombra de Kafka» condensa vida y obra del escritor checo en tan sólo once versos.

El poeta se recrea en la experimentación metafórica. Nos habla de «versos de laboriosa espuma» o de «la espesura de un amor que destierra soledades», hallazgos poéticos indudables. No menor es la belleza de las composiciones inglesas, donde hallamos «the violet cry of the murmuring letters» o también «poetry shattered by the far distant sounds of monochord rythms».

Un dato interesante que hay que conocer para poder apreciar y entender mejor esta obra de Antonio Ballesteros: una de sus áreas de especialización académica ha sido el estudio de la serenidad en la poesía.