Inédito de Jardiel cuenta cómo son los lugares en los que nunca estuvo (Alfredo Valenzuela)

Inédito de Jardiel cuenta cómo son los lugares en los que nunca estuvo (Alfredo Valenzuela)

 

Las obras completas de Enrique Jardiel Poncela se publicaron en cinco tomos con más de cinco mil páginas, entre las que no se incluyeron algunos textos que publicó en revistas y periódicos, como «Mis viajes por los países a los que no he ido nunca», inédito en libro y que se publicará en febrero.

Según ha dicho a Efe el editor Daniel Pinilla, todos los textos de este libro se publicaron en los años veinte en publicaciones periódicas cuyo rastro ha seguido, para su recopilación, el nieto de Jardiel Poncela, el también escritor Enrique Gallup Poncela, autor del prólogo que llevará este libro, que será publicado por la editorial sevillana Samarcanda.

Según Pinilla, Jardiel Poncela abrigó la idea de reunir estos artículos y reportajes en un libro porque, entre otras razones, siempre concedió enorme importancia a los viajes: «Viajar es imprescindible, y la sed del viaje, un síntoma neto de inteligencia», llegó a escribir.

También dijo que la existencia de las personas debía medirse no por los años que cumplían sino por las maletas que habían usado, y que a un anciano habría que considerarlo tal no porque hubiera cumplido ochenta años sino porque hubiera desgastado más de treinta maletas y baúles.

Según Gallup Poncela, su abuelo cumplió ese principio «viajando constantemente, siempre que sus obligaciones y sus finanzas se lo permitían y también en muchas ocasiones en que no se lo permitían», de modo que viajó mucho y casi siempre por gusto porque -también dejó dicho- le encantaba estropearse el estómago en las fondas.

El escritor recorrió Estados Unidos, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Argentina, Brasil y Uruguay y, según su nieto, estos desplazamientos debieron suponerle «casi un instrumento de trabajo, a juzgar por el gran cosmopolitismo» que hay en sus novelas y comedias y «por las magníficas descripciones que hace en ellas de varias grandes capitales del mundo».

Aún con tanto recorrido, por su desbordante imaginación o por sus ansias viajeras, escribió esta serie de viajes imaginarios, «más falsos que un billete de diecisiete pesetas», como él solía decir.

A través de estos quince textos, Jardiel recorrió Manila, la Dinamarca de Hamlet, la Suiza del Mont-Blanc, Italia, Inglaterra, Manila, algún barrio de Nueva York, algunos lugares con tierras movedizas, algunas sierras innominadas y hasta un lugar llamado «Loperelejos», entre otros destinos ideales para descubrir en tren y otros a los que llegar en coche -pensaba que sólo recorriéndolo en coche se conocía bien un país-.

Pero de todas estas crónicas y reportajes, uno respondió a un viaje cierto, el que abrirá el libro y que se publicó por entregas en la prensa con el título de «El ‘raid’ Madrid-Zaragoza en sexquiciclo».

La serie de artículos de este ‘raid’ humorístico suscitó una gran expectación en el público de la época.

Haciéndose acompañar por sus amigos Alberto de Tapia y el dibujante Joaquín Sama, Jardiel se propuso hacer el trayecto Madrid-Zaragoza en triciclo en respuesta a la iniciativa de unos periodistas aragoneses que se propusieron hacer el trayecto inverso en patinete.

Como no encontraron triciclos de su tamaño, inventaron el «sexquiciclo», artilugio que resultó de unir tres bicicletas longitudinalmente.

Según recuerda Gallup Poncela, pusieron rumbo a Zaragoza y a la altura de Guadalajara se cruzaron con los aragoneses del patinete y fueron publicando en «El Heraldo de Madrid» crónicas diarias de las experiencias y vicisitudes del camino, lo que les proporcionó una enorme popularidad y les abrió las puertas de otras publicaciones como «La Voz» e «Informaciones».