Una justa reivindicación del genio de Jardiel Poncela (Miguel Ángel Ordovás)

Una justa reivindicación del genio de Jardiel Poncela (Miguel Ángel Ordovás)

Enrique Jardiel Poncela es un autor que para el gran público nunca ha caído en el olvido, pese a que esa permanencia en la memoria popular apenas pasa de lo superficial en muchos casos. Tal vez las propias circunstancias de su vida y obra hayan sido determinantes en esta valoración ligera: Jardiel fue siempre un espíritu independiente que no estuvo dispuesto a alinearse por motivos de conveniencia, lo que no le granjeó precisamente simpatías en unos momentos de la historia de España marcados por la polarización. Por otro lado, gozó de un enorme éxito con sus comedias, con lo que hubo quien lo identificó con un autor fácil e intrascendente, una etiqueta que todavía perdura en algunos sectores.

El título de esta biografía que ahora publica la editorial Doce Robles, Jardiel. La risa inteligente, es por tanto toda una declaración de intenciones. Su autor, Enrique Gallud Jardiel, es nieto del biografiado, pero la reivindicación que hace de su figura, aunque apasionada, no está marcada por el fervor sentimental o familar.

La primera parte del libro, bajo el epígrafe “El hombre”, repasa la vida de Jardiel, desde su vinculación juvenil con Quinto de Ebro, de donde era originario su padre, a su vida en Madrid o sus estancias en Hollywood y Argentina, hasta sus últimos años y su muerte en circunstancias muy difíciles. Del mismo modo, también se recogen otros aspectos que arrojan luz para conocer mejor su personalidad, como las relaciones que tuvo con mujeres y amigos, su papel como empresario teatral o sus inaprensibles principios ideológicos, que lo hacen un personaje tan peculiar como atractivo.

La otra gran parte del libro está dedicada a la obra de Jardiel. En ella, Enrique Gallud analiza más el estilo que la cronología de su producción literaria, que abarcó teatro, novela, cuento corto, periodismo e incluso poesía. En todos los géneros plasmó Jardiel su inteligente y moderna visión sobre la vida y dejó su impronta de inquieto renovador de formas.

Uno de los alicientes de esta biografía es que Gallud incorpora numerosas citas del biografiado, de manera que son las propias palabras de Jardiel las que van guiando al lector por los hechos y las obras de un autor que siempre merece la pena reivindicar.

De hecho, siempre es un ejercicio muy saludable volver a Jardiel, ya sea como espectador de alguna de sus obras teatrales o como lector de su producción narrativa. En mi propio caso, yo siempre he sido ferviente seguidor del Jardiel prosista más que del comediógrafo. Mi primer contacto con él fue cuando encontré, siendo yo aún muy joven, un ejemplar de El libro del convaleciente en la biblioteca pública de mi barrio.

Esta es la portada de la edición de ‘El libro del convaleciente’ en el que descubrí a Jardiel.

Este libro es una miscelánea de textos cortos y muy variados, en los que Jardiel da rienda suelta a su vena creativa y humorística. Yo nunca había leído algo así, con historias inverosímiles contadas con una soltura asombrosa, y me ganaron para la causa jardielesca inmediatamente. Seguí con Exceso de equipaje, otro libro de características similares al anterior, y luego ya me adentré en su faceta de autor teatral.

Sin embargo, a mí el Jardiel que siempre me ha gustado más es el narrador. Creo que sus novelas están entre los mejores textos vanguardistas españoles del siglo XX, incluso a pesar de que no se le considera propiamente un autor de las vanguardias históricas.

Con su humor Jardiel se rió de convencionalismos y lugares comunes hasta límites insospechados. Un ejemplo mínimo pero significativo: en la página de créditos de los libros habitualmente se ponen frases como “Printed in Spain” (si el libro se ha imprimido en España, claro), así como las típicas sentencias sobre los derechos de autor y la prohibición de la copia no autorizada. Bien, pues en esa página de El libro del convaleciente puede leerse:

La falsificación, la traducción,
la adaptación,el robo y el plagio,
se perseguirán a tiros sobre
motocicletas blindadas y si
es necesario, a cuchillada
limpia, únicos procedimientos
eficaces ya en el mundo.
That is the question
(Qué te crees tú esto.)
by
Enrique Jardiel Poncela, 1951

Hasta en esos detalles fue Jardiel original.